martes, 3 de febrero de 2009

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viernes, 9 de enero de 2009

Puma concolor


El puma es un mamífero carnívoro de la familia Felidae. Es el animal terrestre que más territorio ocupa en América, extendiéndose desde el Yukón en América del Norte hasta la Patagonia en América del Sur.

Debido a su amplio hábitat este animal cuenta con una gran cantidad de nombres entre los que se encuentran en inglés, cougar o mountain lion; y en las lenguas de los nativos americanos, miztli en náhuatl o pangi en mapuche. De hecho la palabra “puma” proviene del quechua, idioma hablado en el noroeste de Sudamérica.

El puma es el cuarto felino más grande del mundo, después del tigre, el león y el jaguar. Suele tener entre 60 y 80 centímetros de altura y medir aproximadamente 2,70 metros de largo, desde la nariz a la cola. Los machos tienen un peso promedio de 50 a 70 kilos, mientras que las hembras pueden llegar a pesar entre 35 o 50 kilos. Su tamaño varía dependiendo de su ubicación geográfica, siendo más pequeños cerca del Ecuador y más robustos cerca de los polos. A pesar de su tamaño, el puma se encuentra clasificado en la subfamilia Felinae, que pertenece a los felinos pequeños, mientras que los grandes felinos son clasificados en la familia Pantherinae. Esto se debe a su incapacidad para rugir porque carecen del hueso hioides y su laringe no está especializada, aunque pueden producir ronroneos, rugidos y silbidos al igual que los gatos domésticos.

Se reconocen seis subespecies, de las cuales cinco habitan en América Latina: puma argentino, puma de Costa Rica, puma oriental sudamericano, puma norteamericano, puma sudamericano del Norte y puma sudamericano del Sur.

La cabeza del puma es redonda y sus orejas están erguidas. Utiliza sus patas delanteras, cuello, mandíbulas y colmillos para atrapar y matar a sus presas. Poseen cinco garras retráctiles en sus patas delanteras y cuatro en las traseras. Sus patas son proporcionalmente más grandes a las del resto de los felinos, lo que le permite dar grandes saltos verticales y horizontales (de 6 a 12 metros). Además tiene la capacidad de correr hasta 55 km/h, es un gran escalador y puede nadar.

Su pelaje, generalmente amarillento, puede variar de los tonos grisáceos, en las zonas septentrionales, a rojizos en las zonas tropicales, aunque la barbilla, el hocico, el pecho y el interior de las patas es blancuzco. Las crías nacen con ojos azules y con anillos en el pelaje.

Los pumas pueden vivir entre 8 y 13 años en estado salvaje, aunque su esperanza de vida aumenta en cautiverio, pudiendo llegar hasta los 20 años. Las causas más comunes de muerte son las enfermedades, la lucha con otros pumas y en algunos casos, la caza humana. También son afectados por el virus de inmunodeficiencia felina, una enfermedad similar al VIH.

El puma es un animal solitario, sólo las madres y sus cachorros se reúnen con los adultos para comer. Es más activo durante el amanecer y el atardecer.

Su principal alimento son los ungulados como el ciervo, el venado de cola blanca y el alce en América del Norte, aunque en América Central y del Sur caza pequeños y medianos mamíferos como roedores, puercoespines y liebres, así como también aves y pequeños reptiles.

Es un cazador y depredador de emboscada. Se esconde entre los árboles, aguardando el momento en que su presa esté de espaldas, para atacarla y asfixiarla mordiéndole el cuello. Luego, la arrastra hasta su lugar predilecto y la cubre con pasto y hojas, y vuelve unos días después para comérsela.

Las hembras alcanzan la madurez sexual entre el año y medio o los tres años de edad y están en celo aproximadamente 8 de los 23 días que dura el ciclo. En esta etapa, la pareja está unida durante unas dos semanas. El período de gestación dura 91 días, luego de los cuales surgirá una camada de uno a seis cachorros, que nacerán ciegos y serán completamente dependientes de su madre. El destete ocurre en torno a los tres meses. Sólo las hembras se encargan de su crianza, utilizando cuevas u otros lugares que brinden protección como madrigueras y defendiendo ferozmente a sus crías de cualquier posible depredador. A los seis meses de edad los jóvenes pumas comienzan a cazar sus primeras presas pequeñas sin la ayuda de su madre, y alrededor de los dos años la abandonan para tratar de establecer su propio territorio. Cuando un macho adulto no sale de su círculo materno, puede ser asesinado por su padre o tener conflictos violentos con los otros machos.

Con la ocupación europea, el puma fue considerado una plaga peligrosa, lo que significó una gran disminución de su población, junto con la ocupación humana de su hábitat. El puma fue extinguido en el este de América del Norte, a excepción de una pequeña colonia en Florida.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza actualmente clasifica al puma como una especie “casi amenazada”. En Estados Unidos se les garantiza protección mediante la Ley de Especies Amenazadas, aunque la caza regulada está permitida en el territorio que va desde las Montañas Rocallosas hacia el oeste, excluyendo a California. También está protegido en el resto de su hábitat, siendo completamente prohibida su caza en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guayana Francesa, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Suriname, Venezuela y Uruguay. A pesar de esto, el puma sigue siendo muy perseguido, y se encuentra prácticamente extinto en Uruguay, en la zona del Valle Central de Chile y en algunas provincias de Argentina, como Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.



Referencias:

Wikipedia, la enciclopedia libre. Puma concolor. Consultado el 5 de enero de 2009. http://es.wikipedia.org/wiki/Puma
Puma concolor. Consultado el 5 de enero de 2009. http://www.felidos.com/puma.htm
Las Panteras y los Felinos: El Puma. Puma Concolor. Taxonomía. Consultado el 5 de enero de 2009. http://www.damisela.
com/zoo/mam/carnivora/felidae/concolor/taxa.htm


martes, 30 de diciembre de 2008

Hierbas felinas


La nepeta cataria es una hierba de la familia de las Labiadas, con tallos velludos y que puede alcanzar los 60 centímetros de altura. Posee flores de color blanco o amarillento con manchas púrpura y desprende un aroma similar al de la menta. Crece con frecuencia en zonas montañosas de Europa y América del Norte, cerca de corrientes de agua.

Esta planta se conoce por varios nombres populares como la nébeda, hierba gatera, menta gatuna o albahaca de gatos, y su origen etimológico está en la atracción irresistible que sienten estos animales hacia esta hierba. Esto sucede porque la nébeda desprende una sustancia llamada nepetalactona, que estimula sus receptores olfativos sexuales ya que se asemeja a una feromona presente en la orina de las gatas. Por este motivo esta planta atrae más a los machos que a las hembras o que a los machos castrados.

Los aceites aromáticos de esta hierba hacen que los gatos se comporten de una manera extraña e impredecible cuando éstos se frotan con sus hojas o se comen sus flores. Al principio juegan, aunque a medida que pasa el tiempo los efectos de la planta hacen que los gatos entren en un estado de éxtasis y rueden sobre sí mismos, echen espuma por la boca, persigan ratones imaginarios, ronroneen, se orinen y hasta incluso provoca que los machos eyaculen. Sus efectos tienen una duración aproximada de 10 minutos, y en el caso de que el gato comiera en gran cantidad, sólo le provocaría malestar estomacal, aunque esto rara vez sucede.

Sin embargo, alrededor del 30% de los gatos no responden en absoluto. Es posible que estas diferencias se deban a factores medioambientales, así como también a factores genéticos, como por ejemplo, el tipo de raza.

En el mercado la hierba gatera puede conseguirse en diferentes formatos: fresca, deshidratada, en polvo o en bulbos e incluso en el interior de algunos juguetes, para hacerlos más atractivos; y se puede usar, por ejemplo, para acostumbrarlo a utilizar su rascador o a dormir en su cuna esparciéndola sobre estos objetos.





viernes, 12 de diciembre de 2008

El gato que habla

¡¡No es lo que parece!!



lunes, 8 de diciembre de 2008

Abisinios


A pesar de que se desconoce el origen del gato Abisinio, se sabe que la primera mención de esta raza fue en un libro llamado “Cats, Their Points”, escrito por Gordon Staples y publicado en 1874. En él se dijo que la esposa del capitán Barret Lennard, un oficial de la armada inglesa, trajo un ejemplar de esta raza de Abisinia (actual Etiopía) en 1868, al cual llamó “Zula”. Hacia fines del siglo XIX fue reconocida como raza en Inglaterra, y ya a principios del siglo XX fue catalogada, siendo los ingleses los encargados de su cría sistemática y del refinamiento de la raza. En 1903 llegó el primer Abisinio a los Estados Unidos, comenzando así la cría en Norteamérica. Finalmente, en 1929 se fijó la raza en un estándar.

El gato Abisinio tiene el aspecto de un puma pequeño. Es un gato de tamaño medio, estilizado y ágil, y posee un cuerpo musculoso. Las estructura ósea de las hembras es más pequeña que la de los machos, y usualmente son más activas que éstos.

Su cabeza es levemente triangular y fina. Sus orejas son de base ancha, con las puntas redondeadas, en donde tienen un pequeño mechón como el lince. Sus ojos tienen forma de almendra, y pueden ser verdes, amarillos, cobre o avellana, enmarcados siempre por una línea oscura.

Su pelaje es corto, fino, suave y brillante. En la variedad Somalí, sin embargo, el pelaje es semi-largo.

El color de esta raza es muy particular, ya que cada uno de los pelos que componen su manto posee dos o tres tipos de color contrastante (salpicaduras, agutí o ticking), lo que le da un aspecto punteado. Hoy en día se reconocen cuatro colores tradicionales: Ruddy, Sorrel, Blue y Fawn. La variedad Ruddy es la más común en la cual el manto tiene una base marrón anaranjada con salpicaduras negras. El Sorrel también es muy popular, y su manto tiene la base color canela con salpicaduras en marrón chocolate y presenta una banda más oscura a lo largo de su espina dorsal, al igual que el Ruddy. El Blue, tiene una base de color crema con salpicaduras en azul. La variedad Fawn, relativamente rara, posee una base de color crema claro con salpicaduras un poco más oscuras. Los gatitos nacen con un manto oscuro, que se va aclarando a medida que van creciendo, tardando varios meses hasta llegar a su color definitivo.

El Abisinio es un gato muy activo, y siempre estará atento a los ruidos y movimientos que surjan en el ambiente. Le encanta saltar y trepar, por lo cual, aunque pueda adaptarse a la vida en un departamento, siempre deberá tener un espacio donde poder jugar libremente. Odia la soledad, por lo que siempre buscará llamar la atención de sus dueños, tendiendo a estrechar lazos muy fuertes con algunos de los miembros de la familia. Sin embargo, son bastante reservados ante la presencia de extraños. No son muy maulladores, aunque se hacen entender con su suave tono de voz. Los machos, en general, pueden convivir con otros gatos, aunque las hembras pueden tornarse un poco irritables ante esta situación. No obstante, ambos sexos pueden convivir con perros sin problemas.

Se dice que estos gatos, a diferencia de la mayoría, tienen cierta afinidad por el agua y que son excelentes nadadores.


domingo, 30 de noviembre de 2008

Le jeune garçon au chat (1868)


"Joven con gato", de Pierre-Auguste Renoir (1841 - 1919)

martes, 25 de noviembre de 2008

Con las garras en la masa

Los gatos poseen cinco garras en las patas delanteras y cuatro en las traseras, que están conectadas con la última falange y son retráctiles. Esto significa que cuando está en una posición relajada, sus garras se cubren por una capa especial de piel, lo que le sirve para conservarlas filosas, previniendo así su desgaste. Solamente le basta con estirar sus patas o golpear a su presa para tensar los tendones y así extenderlas.

Sus uñas son herramientas perfectas, ya que le ayudan a trepar y defenderse, y le son útiles para prácticamente cualquier cosa que haga, como rascarse, manipular objetos o sujetarse mientras se acicala. Ellas también le sirven para arañar, una actividad gatuna por naturaleza. Los gatos arañan varias veces al día, ya sea para relajarse, marcar su territorio o ejercitar su cuerpo estirándose en su rascador. Gracias a estos ejercicios físicos, los músculos de los hombros y la espalda se tonifican, manteniendo al gato en forma y evitando que pierda su flexibilidad y agilidad de movimientos. Además de esto, rasguñar con las garras retraídas, puede significar una muestra de afecto y también una forma para llamar la atención de los humanos.

Lamentablemente, existe una operación llamada oniquectomía o desungulación, con la cual algunas personas están de acuerdo y que consiste en la amputación de la última falange del dedo del gato, eliminando así el lugar del nacimiento de la uña. Este tipo de cirugías conlleva diferentes problemas para el gato, como por ejemplo:

-El gato usa sus garras para caminar, ya que éstas soportan todo su peso, cuando se amputa el extremo, el gato se ve obligado a cambiar de posición, lo que puede causar tensión en las patas y dolor a largo plazo. En algunos casos pueden producirse malformaciones (como que la uña siga creciendo de forma irregular) e incluso cojera si la falange no fue amputada correctamente.

-Como no pueden realizar ejercicios de estiramiento en su rascador, sus músculos se debilitan poco a poco.

-Un gato desungulado pierde gran parte de su actividad al verse extrañado por la falta de garras, e incluso puede aislarse y tornarse agresivo, tomando una actitud defensiva.

-En casos donde corre peligro, un gato desungulado no podrá trepar a ningún lugar seguro para protegerse, ni tampoco defenderse de un atacante.

Por suerte hay otras alternativas más inteligentes y menos dolorosas para nuestra mascota, como por ejemplo, la utilización de unas pequeñas fundas de plástico que recubren sus garras y que se fijan con pegamento, aunque el problema que tienen es que deben cambiarse periódicamente debido al crecimiento de las uñas. También se pueden cortar cada una o dos semanas, con mucho cuidado para no cortar la venita que hay dentro.

Si no queremos que rasguñe nuestro sillón favorito, podemos utilizar repelentes especiales o también productos que simulan el olor de las feromonas faciales del gato, ayudando así a estabilizar su comportamiento y reducir el marcaje.
Como vemos, hay diferentes opciones a las cuales se pueden recurrir teniendo en cuenta la salud y la calidad de vida del gato. Simplemente hay que tratar sus problemas de conducta desde cachorros, enseñarles cuales son los lugares donde pueden arañar, y destinarles un lugar exclusivo donde puedan jugar libremente.